viernes, 12 de julio de 2013

¿Adónde vamos?


“como está escrito: “Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre,
son las que Dios ha preparado para los que lo aman.” 1 Corintios 2:9

En el Estado de Alaska construyeron un puente que no llevaba a ningún lado. El puente no tiene carretera del otro lado del río.
En Irlanda, cuando la situación económica estaba muy mal, el gobierno decidió encarar un proyecto para dar trabajo a los más necesitados. Y comenzaron a construir una carretera. El plan era avanzar con la carretera.
Todos comenzaron con alegría a trabajar juntos, hasta que un día alguien preguntó: -¿Adónde lleva esta carretera?
Un capataz respondió: -A ningún lado (y era verdad).
Los dirigentes del país pensaron que el lugar adonde terminaría la carretera era irrelevante, lo importante para una persona sin trabajo es… trabajar.
Pero cuando se supo que la carretera no tenía un lugar específico donde terminar, que no servía para lo que sirven los caminos, para llegar, los obreros comenzaron a tomar descansos largos, ya no trabajaban duro como lo hicieron al comienzo. Ya no les importó porque simplemente no había una motivación para continuar.
Objetivos claros provocan deseos, pasión, son el combustible de nuestra motivación. Pero cuando no hay un blanco preciso, nos volvemos haraganes, ya no nos importa si llegamos o no.
La pregunta es ¿adónde vamos? ¿adónde vas?
Este pasaje nos ayuda a contestarla: “Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” Mateo 25:23
Hay una recompensa mayor, un premio que no es posible de describir con palabras, una alegría permanente y sin lágrimas, largos y eternos días sin lucha ni aflicciones. Ese es el objetivo, ganar un lugar al lado de Señor para disfrutar eternamente de su compañía, junto con los nuestros.

 Amado Padre Celestial. A menudo vagamos sin rumbo, despertamos, trabajamos y nos vamos de nuevo a dormir sin un objetivo. Enséñanos que hay un camino que lleva a ti, muéstranos la recompensa, para poder seguir luchando.

En el Nombre de Jesús te lo pedimos.
Amén

Dios te bendiga grandemente
Tu hermano en Cristo
Roosevelt Altez